miércoles, 6 de febrero de 2008

Una joya que me encontró en su camino




Muchos años después frente a la pantalla de su ordenador, la funcionaria Manuela Gomez Crespo habría de recordar aquella tarde remota en que un tren la llevara a una librería de viejo. Valencia era por aquel entonces una ciudad luminosa y colorida aún por descubrir. Con sus 15 años, el mundo era tan reciente para ella, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.
Tras este pequeño guiño literario retomo el hilo de la entrada para intentar explicar como en ocasiones los libros tienen una doble historia, o tal vez triple o cuádruple ¿quién sabe?. la de su autor al escribirla, su propia historia escrita y la de sus sucesivos dueños. En aquella librería de lance, 25 años atrás empezó mi historia con él y quien sabe que otros rubos habría recorrido antes de llegar a mis manos. Quién tuvo el placer de leerlo y por qué azares del destino llegaría a parar a la librería donde nos encontramos.
Se trata de la primera edición publicada en España en el año 1969 por la editorial Sudamericana, de Argentina de la novela "cien años de soledad" de Garcia Marquez. La misma editorial que lo publicó por primera vez en el año 1967 , edición que nos muestra simpáticamente el autor en su cabeza.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada libro lleva consigo a cuestas su particular historia, como también nos la modifica e incluso crea a quienes los leemos ampliando nuestras miras; generando sentimientos de amor, odio...; cambiando pensamientos, sueños, sensaciones, en ocasiones hasta nuestro propio comportamiento.

Guarda bien ese libro porque es un tesoro.

mreina dijo...

Los libros antiguos son mágicos...te pueden contar muchas historias a través de su olor, tacto, color...unos no quieren hablar y se deterioran pronto, otros con el tiempo van pesando mas y mas, son los que quieren hablar y no sabemos comprender lo que dicen y por último los charlatanes empedernidos, los que pesan poco, apenas amarillean y no se estropean...
un saludo

El opositor dijo...

Cuanta razón...

El abrir un libro como éste pasados los años, descubrir cualquier anotación en alguna página, dibujito, dedicatoria, etc. te trae recuerdos de esa época en la que te lo estabas leyendo. Es algo maravilloso.

marisa dijo...

manuela, también decirte que si me leí un libro hace unos años y no me gustó, lo guardo para volver a leerlo pasado el tiempo, según mi estado de ánimo me gustará más o menos, subjetiva hasta para la lectura

Anónimo dijo...

PIES HERMOSOS.

La mujer que tiene los pies hermosos

nunca podrá ser fea

mansa suele subirle la belleza

por tobillos pantorrillas y muslos

demorarse en el pubis

que siempre ha estado más allá de todo canon

rodear el ombligo como a uno de esos timbres

que si se les presiona tocan Para Elisa

reivindicar los lúbricos pezones a la espera

entreabrir los labios sin pronunciar saliva

y dejarse querer por los ojos espejo

la mujer que tiene los pies hermosos

sabe vagabundear por la tristeza.

- Mario Benedetti -

Marcelo Escobal dijo...

Lo leí con 15 años y demoré en recuperarme. Similares impactos posteriores fueron pocos (quiás Cortázar y Saramago).
No sigas postenado estas cosas que voy a moquear!!!!!!