Amor
No te pido que te cuides esa delgadez extrema, sólo pido que me mires con esa mirada buena. Tus ojos no son lucerosque alumbran la madrugada pero si me miran siento que me tocas con tus manos. Tus manos no son hermosasno veo estilo en tus dedos pero qué humanos reposan si se enroscan en tu pelo. Tu pelo ya sin color sin ese brillo supremo cuida y resguarda con celo lo que cubre con amor.Tu cerebro porque piensas porque es tu clave y motor va generando la fuerzaque me hace humano y mejor. Cuerpo, manos, ojos, pelo,carne y hueso inanimados que cobran viday por eso quiero vivir a tu lado.
(1975)
(1975)
1 comentario:
Esa flor recuerda a la del almendro. La canción del Milanés se inserta como en un guante con la imagen: Frágil, cogida a duras penas a un tallo todavía aterido por el frío del invierno, dulce, como la promesa de su fruto y la mirada buena...
Pero un cerebro discurre poesía y también muerte. Una almendra es el ingrediente del turrón pero (por experiencia propia) arrojada con ira, causa dolor.
Vida y muerte, alegría y tristeza, ying y yang. Todo en esta vida tiene dos caras.
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